(Realizado conjuntamente con las arquitectos Gemma Ojea y Anna Batlló).
El proyecto es un envolvente que se encaja siguiendo alineaciones y direcciones, marcando la verticalidad y la fragmentación de la zona, arraigándose urbanísticamente a su entorno, y buscando también en su interior, los rasgos definitorios del casco antiguo y la función social los espacios públicos de este.
La propuesta pretende casi diluirse dentro del paisaje urbano, de manera que sus volúmenes se perciban como episodios del panorama y su perfil no compite dentro del tejido y la trama del casco antiguo donde se ubica buscando así la alianza entre arquitectura y territorio.