“JAPÓN, DULCES Y BARCELONA” Proyecto para el nuevo local de la pastelería – heladería japonesa. Takashi Ochiai, instalada en Barcelona desde 1983. Se trata de un proyecto que incluye la tienda-degustación, el obrador y el aula Ochiai donde se imparten cursos de pastelería japonesa. El proyecto resuelve la creación de los tres espacios necesarios para el establecimiento. Se generan dos entradas independientes, una para la zona de tienda y degustación y el otro en el espacio Aula Ochiai. Estos dos espacios se comunican con el obrador de la pastelería que actúa como elemento de nexo desde el interior. El acceso a la tienda se produce linealmente siguiendo el largo mostrador de atención y exposición de las diferentes especialidades de pastelería y helados Ochiai. Esta zona del local se relaciona con el exterior a través de las grandes puertas de cristal y hierro que configuran la entrada, las cuales permiten captar la atención del espectador que pasea por la calle por el atractivo del lugar y la exposición del producto protagonista, los dulces. En cuanto los materiales, el proyecto parte de la idea de dejar vistas las paredes de ladrillo manual existentes, como elementos originales del local donde se sitúa la nueva pastelería. Se incorporan nuevos materiales como el hierro y la madera para la creación del mobiliario y la decoración interior. Se crea un espacio diáfano y acogedor, con la formación de un banco metálico que recorrer uno de los laterales generando la zona de degustación que dispone de varias tablas.
Proyecto de encaje en 45m2 del programa funcional necesario para satisfacer las necesidades de una familia: salón-cocina, dos baños, dos habitaciones y zona de lavado. El limitado número de metros cuadrados obligan, como punto de partida del proyecto, el aprovechamiento en altura de la vivienda. Esta premisa configurará la geometría y la volumetría de cada una de las piezas, generando un nuevo concepto funcional y formal. Las visuales y la luz vuelven a ser, en este caso, un objetivo a la hora de relacionar unas piezas con otras.
El proyecto de reforma y rehabilitación de este piso parte de la idea de conservar el espíritu de los elementos originales de un piso graciense de 1930 (mosaico hidráulico, balcones y persianas de madera, viguetas metálicas y bovedillas, etc.) al mismo tiempo que sacar el máximo partido tanto del espacio como de la luz. El mal estado del mosaico original, que presentaba una gran parte de sus piezas rotas, no permitió conservarlo pero este material, de producción artesanal y manual, ha sido utilizado de nuevo en la reforma, encontrándolo en el suelo del baño y al paramento vertical de la cocina. Es un piso de estructura alargada. Aunque conservar el esquema de funcionamiento original, se tiraron al suelo todos los tabiques para conseguir dos objetivos: una mejor proporción de sus piezas (habitaciones, cocina, baño, pasillo) y el aprovechamiento máximo de los 55m2 útiles. Esto se consigue a partir de delimitar las distintas estancias creando muchas zonas de almacenamiento, mediante tabiques – armario y generando unas visuales muy abiertas para crear sensación de amplitud.
Reforma integral de una vivienda de las Cortes; la idea principal era un hacer un cambio de distribución para generar unas visuales mucho más abiertas y potenciar la relación entre espacios a la vez que crear un ambiente relajado mediante el color, la iluminación y las texturas.
Flexibilidad, funcionalidad y singularidad son las tres premisas sobre los que nace el local La Moscarola, situado en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona. Flexibilidad para un local pensado para ser utilizado tanto de día como de noche, funcionalidad para el aprovechamiento de todos sus espacios mediante la articulación de las piezas y singularidad para acompañar una idea de restauración diferente, la idea de proyectar un espacio dedicado al queso. Se define con los promotores una zona de entrada, una zona de configuración variable, de uso polivalente y un espacio reservado para la cata y degustación de vinos y quesos. El proyecto se enfoca desde la necesidad de resolver estas tres zonas sin perder la sensación de espacio único, crear una única envolvente que dé cabida a los usos polivalentes que se quieren realizar, pero que a la vez no los separe visualmente. El mobiliario del local nos permite articular y conseguir una cierta privacidad entre los diferentes espacios del local y la sensación de espacio único de todos ellos. El primer espacio que encontramos cuando entramos es la zona de la barra, el espacio más dinámico y extrovertido del bar. Esta zona más pública del local permite abrir los ojos del espectador que pasea por la calle el atractivo del lugar y la exposición del producto protagonista, el queso.
Proyecto de rehabilitación integral, refuerzo estructural y cambio de distribución que nace con la vocación de aumentar la calidad de los espacios y la articulación entre estos. Esta voluntad genera espacios con visuales muy amplias y favorece el protagonismo de un patio central de la vivienda, permitiendo una gran entrada de luz natural en todas las estancias.
Restauración de las fachadas principales del edificio ubicado en la Plaza Consejo de la Villa 1, del casco antiguo de Sarrià. La finca que data de 1900, se compone de dos fachadas, la que da a la calle mayor de Sarrià que es de piedra de Montjuic y la que da a la Plaza Consejo de la Villa que se de mortero de cal. “[Si para ajustarnos más a nuestra tema delimitamos el territorio de la arquitectura y nos limitamos a hablar de la arquitectura en un contexto urbano, se evidente que la fachada se la parte más pública de un edificio. Pero se Necesario insistir en que un edificio se mucho más que sume fachada: la fachada es la manera con la que el edificio se proyecta al espacio urbano; es la piel del edificio, pero un edificio no es únicamente piel, sino també carne y huesos, sentimiento e historia – espacio histórico] “.
Josep Emili Hernandez-Cros
Proyecto de reforma que con la vocación de aumentar la calidad de los espacios plantea una nueva articulación entre estos. La relación entre la cocina y la sala es más cercana y la zona de comedor queda recogida dentro la cocina pero a la vez, completamente abierta. La nueva distribución de la cocina hace ganar mucha luz natural al espacio.